De lunes a miércoles se lleva a cabo el Campeonato Mundial de Banderas, disciplina derivada del fútbol americano y perteneciente a la misma federación. La bandera se juega sin cascos ni hombreras, sin placajes (en cambio, se rasga la «bandera», con una cinta atada a la camiseta): un juego de velocidad y habilidad más que de contacto, un juego que hay que ganar. Podría ser la comidilla de la ciudad durante los próximos años si se une a los Juegos Olímpicos de 2028 en Los Ángeles, ya que la NFL funciona…
5 esfinges
La selección masculina de Francia enviada a Israel -donde se disputa la Copa del Mundo en Jerusalén- cuenta con 5 Palois des Sphinxes en sus filas. No es de extrañar que el club de Pau haya ganado 6 de las últimas 7 Copas de Francia (perdiendo la final contra los jóvenes Molossians de Asnieres sur Seine a finales de noviembre). El mariscal de campo de Sphinx y capitán del equipo de la bandera francesa, Anthony Riquin, quien se lesionó durante el Campeonato de Europa de Clubes (rotura de tibia), participará como entrenador ofensivo. Otros jugadores seleccionados son Mathieu Dares (ataque), Scott Harrison (ataque), Antoine Dharmana (ataque) y Adrian Dharmana (defensa).
Un ganar o perder
Este lunes, Francia se enfrenta a Estados Unidos en la fase de grupos. Los Blues perdieron lógicamente, 57 a 32. Por la tarde, no dieron pierna al equipo más flojo. De la India (6-72). Se enfrentan este martes a España y Chile, los otros dos equipos de su grupo. Los dos primeros del grupo se enfrentarán en los cuartos de final el miércoles y ya habrán asegurado un lugar para los Juegos Mundiales de 2022 en los Estados Unidos.
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