Investigadores de la Universidad de East Anglia han desarrollado una nueva herramienta que ayudará a detectar y reducir el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular o ictus. Esta innovadora técnica permite identificar a los pacientes que tienen un alto riesgo de padecer latidos irregulares del corazón, también conocidos como fibrilación auricular.
El estudio realizado revela que existen cuatro factores principales que pueden predecir qué pacientes estarán afectados por la fibrilación auricular. Estos factores son edad avanzada, presión arterial diastólica elevada, problemas de coordinación y un mal funcionamiento de la cavidad superior izquierda del corazón.
Gracias a esta herramienta desarrollada por los investigadores, los médicos podrán identificar de manera más precisa a los pacientes con mayor riesgo y así diagnosticarlos y tratarlos adecuadamente. Es fundamental tomar medidas específicas, como el uso de anticoagulantes, para reducir el riesgo de sufrir futuros accidentes cerebrovasculares.
En aquellos pacientes que ya han sufrido un ictus, es importante realizar múltiples investigaciones para determinar la causa y recibir un tratamiento a largo plazo. Para llevar a cabo el estudio, se recopilaron datos de 323 pacientes tratados en Cambridge University Hospitals, analizando sus historiales médicos y datos de monitorización del ritmo cardiaco.
A partir de este análisis, se identificaron cuatro parámetros relacionados con la fibrilación auricular y se desarrolló un modelo para predecir qué pacientes presentarán la arritmia en los próximos tres años. La herramienta es simple y puede ser utilizada por cualquier médico en la práctica clínica, permitiendo así proporcionar un tratamiento más eficaz y específico.
El objetivo final de esta investigación es resaltar a aquellas personas con mayor riesgo de sufrir un ictus y beneficiarse de una monitorización prolongada del ritmo cardiaco y una anticoagulación más temprana, con el fin de prevenir futuros accidentes cerebrovasculares. De esta manera, se espera poder salvar vidas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
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