La nave espacial OSIRIS-REx de la NASA regresará a la Tierra después de siete años de partir hacia el asteroide Bennu. Después de su viaje espacial, la nave espacial de la NASA se prepara para liberar un contenedor con aproximadamente 250 gramos de roca espacial, que se precipitará a través de la atmósfera y aterrizará en el desierto de Utah.
Este evento es de gran importancia para la ciencia planetaria, ya que si el contenido del contenedor sobrevive sin daños, permitirá examinar fragmentos de asteroides intactos y no contaminados. Esto sin duda ayudará a los científicos a comprender mejor la composición de Bennu y su origen.
En caso de lograr con éxito este regreso de muestras a la Tierra, será la tercera vez en la historia que se devuelven muestras de asteroides a nuestro planeta, después de las misiones japonesas a Ryugu e Itokawa.
Una vez que las muestras lleguen a la Tierra, el equipo de la Universidad de Arizona será responsable de estudiar la composición de las mismas y buscar moléculas orgánicas. Estos análisis serán clave para avanzar en el conocimiento sobre la formación y evolución de los asteroides.
Cabe destacar que el proceso de enviar las muestras de vuelta a la Tierra implica una serie de desafíos técnicos. La nave espacial debe reducir su velocidad y activar los paracaídas de manera correcta. Además, el escudo térmico de la cápsula está diseñado con fibra de carbono para proteger el contenido de las altas temperaturas durante el reingreso atmosférico. Durante el aterrizaje, el escudo térmico se quemará lentamente.
La misión OSIRIS-REx es un logro impresionante para la NASA y la comunidad científica en general. Estas muestras sin precedentes abrirán nuevas puertas para la exploración espacial y nos acercarán más a entender nuestra propia historia cósmica.
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