Caroline Bessette y John F. Además de estar interesado en la trágica historia de amor de Kennedy Jr., Ryan Murphy también quiere capturar el asunto de Aaron Hernandez. en su cicloHistoria del crimen estadounidenseBautizado historia del deporte americano, el productor vuelve a un capítulo legal imprescindible en el mundo del juego. En 2015, la estrella en ascenso del fútbol americano fue sentenciado a cadena perpetua por asesinato en primer grado. Sin embargo, es probable que su futuro esté lleno de gloria y luz en lugar de la oscuridad de una celda.
Originario de Connecticut, Aarón Hernández Hizo un campeón. Tras incorporarse a la Universidad de Florida en 2007, se destacó por sus hazañas durante un campeonato organizado al año siguiente. En ese momento, el estudiante era un adolescente violento cuyo comportamiento empeoró tras la muerte de su padre. En varias ocasiones fue llamado al orden, sobre todo en un restaurante donde se peleó y después de consumir sustancias ilegales.
Como el destino decidió darle piedad, Aarón Hernández, a pesar de sus excesos, logró unirse a la NFL (Liga Nacional de Fútbol) y se unió a uno de los mejores equipos de fútbol americano en 2010: Patriotas de Nueva Inglaterra. En algunos partidos, el atleta se muestra indispensable para sus compañeros y se destaca al marcar un gol. Aterrizar En el Super Bowl de 2011, pero perdió ante Nueva York. A los 22 años, firmó un contrato de $42 millones por cinco años, lo que lo convierte en uno de los jugadores más jóvenes de la liga.
Una regla rota
Pero la bola dotada no agitó sus alas por mucho tiempo. En 2013, Aaron Hernandez fue arrestado bajo sospecha de asesinato.odín lloyd, el novio de la hermana de su esposa, también futbolista profesional, cuyo cuerpo fue acribillado a balazos. Cuando se supo la noticia, los New England Patriots inmediatamente rescindieron su contrato. Caída desmayo.
La prensa se apresura a hacer titulares sobre este caso, casi recordándonos el caso de OJ Simpson hace 20 años. Examinado en detalle, Aaron Hernandez aparece sonriente y orgulloso durante su juicio. Lo traicionaron las imágenes de la cámara de videovigilancia, un desinterés clamoroso que muchos periodistas consideraron escandaloso. El 15 de abril de 2015, cayó el hacha, sellando firmemente el destino roto del atleta: un jurado lo condenó a cadena perpetua por asesinato en primer grado.