El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, hace un llamamiento a través de una declaración institucional de desagravio por la ejecución de Lluís Companys en 1940. En un discurso pronunciado en el cementerio de Montjuïc, Aragonès destaca la importancia de recordar a Companys en el 83 aniversario de su muerte.
Aragonès solicita que este acto de desagravio sea una declaración institucional que restablezca la imagen de Companys y denuncie la injusticia de su proceso. No solo busca el reconocimiento para Companys, sino también para toda una generación de represaliados que sufrieron bajo el franquismo.
El presidente de la Generalitat enfatiza la relevancia de la memoria histórica como una defensa contra el olvido. Señala que Companys fue fusilado por su condición de republicano, catalanista y de izquierdas, pero sobre todo por ser el presidente de la Generalitat, ya que el franquismo quería eliminar el autogobierno catalán y todo lo que representaba la institución en ese momento.
Aragonès subraya la necesidad de preservar la memoria de aquellos que lucharon por la libertad y la democracia. Insiste en que recordar a Companys es recordar la historia de Cataluña y rendir homenaje a aquellos que dejaron su vida en la defensa de las instituciones catalanas.
Al concluir su discurso, Aragonès expresa su esperanza de que esta declaración de desagravio contribuya a mantener viva la memoria de Lluís Companys y de todos aquellos que lucharon por la democracia y la libertad en tiempos oscuros de la historia de Cataluña.
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