Desayunar después de las 9 de la mañana aumenta significativamente el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, según un estudio realizado por ISGlobal y la Fundación «la Caixa». El estudio, el cual siguió a más de 100.000 participantes, reveló que el horario en el que se desayuna puede influir en la probabilidad de padecer esta enfermedad.
La diabetes tipo 2 está estrechamente relacionada con factores de riesgo modificables, como una dieta poco saludable, la falta de actividad física y el tabaquismo. Sin embargo, este nuevo estudio encontró que el horario de las comidas también juega un papel fundamental en la regulación de los ritmos circadianos y el control de la glucosa y los lípidos en el cuerpo.
El estudio mostró que las personas que desayunan antes de las 8 de la mañana tienen un riesgo mucho menor de desarrollar diabetes tipo 2 en comparación con aquellas que desayunan después de las 9. Esto se debe a que saltarse el desayuno o retrasar su consumo puede afectar negativamente el control de glucosa y lípidos en el cuerpo, lo cual aumenta el riesgo de desarrollar esta enfermedad.
Pero el horario de las comidas no es el único factor importante. El estudio también encontró que cenar tarde, después de las 10 de la noche, también incrementa el riesgo de diabetes tipo 2. Por otro lado, comer con más frecuencia, aproximadamente cinco veces al día, se asoció con una menor incidencia de esta enfermedad.
Además, los expertos señalan que realizar ayunos extensos solo es beneficioso si se combina con un desayuno temprano y una cena temprana. De esta manera, se logra una mejor regulación de los ritmos circadianos y un control más efectivo de la glucosa y los lípidos.
La crononutrición, que consiste en la asociación entre la dieta, los ritmos circadianos y la salud, puede ser una herramienta efectiva para prevenir la diabetes tipo 2 y otras enfermedades crónicas. Estos resultados resaltan la importancia de establecer horarios regulares para las comidas y evitar retrasar el desayuno o tener cenas tardías.
En resumen, desayunar después de las 9 de la mañana incrementa el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en un 59%, según un estudio realizado por ISGlobal y la Fundación «la Caixa». El horario de las comidas desempeña un papel clave en la regulación de los ritmos circadianos y el control de la glucosa y los lípidos en el cuerpo. Saltarse el desayuno o cenar tarde también aumenta el riesgo de esta enfermedad. Por otro lado, comer con más frecuencia y combinar ayunos extensos con desayuno temprano y cena temprana puede ser beneficioso para prevenir la diabetes tipo 2. La crononutrición se presenta como una herramienta efectiva en la prevención de esta enfermedad y otras enfermedades crónicas.