La realidad climática en Canarias está aumentando el riesgo de incendios debido al calor y la falta de lluvia, informa el sitio web Tusportmundo.com. En lo que va del año, se han registrado varios incendios en las islas, como el ocurrido en Tenerife y otro en La Palma.
Estos incendios se han dado bajo las condiciones conocidas como la regla del triple 30: temperaturas superiores a 30 grados, humedad inferior al 30% y vientos de más de 30 kilómetros por hora. Estas condiciones extremas hacen que el riesgo de incendios sea elevado.
No solamente el cambio climático ha contribuido a estos incendios, sino que también se mencionan otros factores como la orografía del lugar donde se originaron y el abandono agrícola. El abandono agrícola ha dejado al monte como combustible y se considera un riesgo importante en la propagación de incendios.
Expertos señalan que el cambio climático está afectando seriamente a las Islas Canarias, aumentando la frecuencia e intensidad de los incendios forestales. El calor y la falta de lluvia crean un ambiente propicio para que los fuegos se propaguen rápidamente y sean difíciles de controlar.
Además, la orografía montañosa de las islas dificulta el acceso a algunas zonas afectadas por los incendios, lo que dificulta aún más las labores de extinción. Los equipos de bomberos y los servicios de emergencia trabajan arduamente para controlar los incendios y proteger a las comunidades cercanas.
El abandono agrícola también juega un papel importante en esta situación. Muchas tierras agrícolas han quedado abandonadas, lo que ha dejado a los montes llenos de maleza y árboles secos, convirtiéndose en un combustible listo para arder. Esto, sumado a las condiciones climáticas extremas, hace que los incendios sean aún más peligrosos.
Las autoridades locales están tomando medidas para hacer frente a esta situación. Se están implementando campañas de concienciación para prevenir incendios y se ha aumentado la vigilancia en zonas de riesgo. Además, se están realizando trabajos de limpieza y mantenimiento en áreas abandonadas, con el objetivo de reducir el riesgo de incendios.
En conclusión, la realidad climática en Canarias está aumentando el riesgo de incendios. El cambio climático, la orografía del terreno y el abandono agrícola son factores que contribuyen a la propagación de los fuegos. Es fundamental tomar medidas preventivas y trabajar en conjunto para proteger las islas y evitar situaciones catastróficas.
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