Una reciente investigación ha revelado que una variante genética común, llamada HLA-B*15:01, puede explicar por qué algunas personas son asintomáticas después de ser infectadas con COVID-19. Los científicos utilizaron datos genéticos existentes para identificar a personas infectadas que nunca desarrollaron síntomas, y descubrieron que aquellas con la variante genética mencionada tenían más probabilidades de permanecer asintomáticas y presentaban una respuesta inmunitaria efectiva.
Según el estudio, la exposición previa a virus del resfriado podría haber permitido desarrollar una memoria inmunológica que ayuda a eliminar rápidamente el virus. Identificar los factores genéticos asociados con la progresión de la enfermedad es fundamental para comprender cómo las personas responden al virus y, en última instancia, desarrollar vacunas o terapias más específicas para el COVID-19.
Sin embargo, aún no se conocen todos los mecanismos reguladores de las infecciones asintomáticas y los investigadores planean seguir estudiando la presencia de esta variante genética en diferentes grupos étnicos y aprender más sobre las células T con reactividad cruzada.
Este importante hallazgo abre nuevas puertas en la comprensión de por qué algunas personas pueden estar infectadas con el virus pero no presentar síntomas. Además, sienta las bases para la posibilidad de desarrollar tratamientos más precisos y enfocados en aquellos que son más susceptibles a desarrollar complicaciones debido al COVID-19.
El estudio ha despertado un gran interés en la comunidad científica y se espera que estos resultados sean ampliamente divulgados para una mejor comprensión de la enfermedad. En definitiva, estamos un paso más cerca de entender cómo el factor genético juega un papel importante en la respuesta de cada persona ante el virus y, por ende, en la lucha contra la pandemia.
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