Los niños del colegio María Zambrano regresarán a clases el próximo 7 de septiembre con todas las garantías de seguridad necesarias. La consejera de Educación del Gobierno de Aragón, Claudia Pérez Forniés, se ha reunido con miembros de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (Ampa) y el equipo directivo del centro para informarles sobre las medidas implementadas para asegurar la seguridad de los alumnos.
Una de las medidas destacadas es la construcción de muros perimetrales de refuerzo, capaces de resistir incluso una tromba de agua de doble magnitud a la ocurrida el pasado 6 de julio. Aunque las instalaciones del centro no sufrieron daños estructurales, sí hubo daños materiales que han sido reparados. Además, se ha instalado nuevo mobiliario y el centro estará listo para el inicio del nuevo curso.
Para garantizar la seguridad de los estudiantes, se está elaborando un plan de evacuación y se llevarán a cabo obras en el entorno del centro. Sin embargo, en la reunión no se discutió el traslado del colegio a una nueva ubicación. A pesar de esto, se ha conocido que 23 alumnos han solicitado el traslado a otros centros.
Además de las acciones implementadas por el Gobierno de Aragón, el Ayuntamiento llevará a cabo actuaciones en coordinación con la Confederación Hidrográfica del Ebro, como la instalación de sensores de monitorización en el barranco de la Muerte. También se plantea la posibilidad de prolongar los muros y abrir un canal perimetral para proteger las instalaciones de la Policía Local y reducir el riesgo de inundación. Otra sugerencia es la creación de una estación meteorológica en la cuenca para advertir sobre intensidades de precipitación.
Estas medidas son solo el comienzo de una primera fase para disminuir el riesgo de inundación en el Tercer Cinturón. Se espera la realización de un estudio más avanzado y una solución coordinada para abordar esta problemática.