El cerebro es un órgano complejo y difícil de acceder, lo que dificulta su comprensión y tratamiento cuando está dañado. En el laboratorio de Ignacio Sáez, en la Escuela Icahn de Medicina del Hospital Monte Sinaí, utilizan una técnica invasiva para obtener respuestas sobre el cerebro humano de manera ética.
En su investigación, Sáez se enfoca en entender y tratar la depresión utilizando esta técnica. Su objetivo es combinar el conocimiento sobre la cognición y la toma de decisiones con la búsqueda de alivio para enfermedades mentales. Al entender cómo funcionan estos procesos y caracterizarlos, pueden identificar fallos en la activación de ciertas áreas del cerebro y tratar de normalizar su actividad.
El enfoque de Sáez se basa en una cirugía precisa en la que se implantan electrodos en distintas áreas del cerebro para medir y modular su actividad independientemente. Este enfoque permitiría tratamientos más personalizados para pacientes con depresión.
Actualmente, los métodos utilizados en neurociencia humana no invasiva no permiten hacer observaciones paciente por paciente. En cambio, las cirugías invasivas permiten caracterizar a cada paciente individualmente y identificar comportamientos afectados por la enfermedad.
Sin embargo, una limitación de este enfoque es que se basa en estudios en pacientes con epilepsia, lo que dificulta determinar si la relación entre la epilepsia y la depresión es biológica o causada por otras circunstancias externas.
En neurocirugía, esta herramienta ya se ha utilizado para tratar enfermedades como el Parkinson, pero aún se están aprendiendo nuevas terapias para tratar otras enfermedades como la depresión y el alzhéimer.
Además de los tratamientos con cirugía o fármacos, el conocimiento del cerebro ha permitido identificar hábitos beneficiosos para la salud mental, como el ejercicio. Aunque no se comprende completamente el mecanismo detrás de estos beneficios, se ha observado que el ejercicio puede reducir los síntomas de depresión y ansiedad.
El diagnóstico de enfermedades mentales se basa principalmente en cuestionarios, pero la psiquiatría computacional ofrece una alternativa al observar el comportamiento de las personas en situaciones concretas.
Si bien no se puede eliminar por completo las enfermedades mentales debido a la naturaleza humana de pensar en el pasado y el futuro, técnicas como la meditación pueden ayudar a mantenerse en el presente y reducir los síntomas de la depresión y la ansiedad.