El recrudecimiento del conflicto entre Israel y Hamás ha impactado en los mercados financieros, generando preocupación en los inversores. La bolsa se mantiene a la espera de que el conflicto no escale y de que otros países como Irán no intervengan en el conflicto. A su vez, los inversores están inquietos por los tipos de interés, aunque las señales indican que estos seguirán altos en Estados Unidos.
En España, el Ibex cerró la sesión del viernes con una caída del 1,29%, sumando así cinco semanas consecutivas a la baja. Acciones de empresas como ArcelorMittal, Acciona, IAG y Grifols se vieron especialmente afectadas por estas caídas. Por otra parte, el precio del petróleo ha experimentado un alza debido a la incertidumbre en Oriente Próximo y al riesgo de intervención de Irán.
Ante esta situación, los inversores han buscado refugio en el oro, cuyo precio se acerca a los 2.000 dólares la onza. Además, se ha registrado una rentabilidad no vista en 16 años en el bono americano, alcanzando el 5%. Esta incertidumbre también ha afectado a las principales bolsas europeas, que han sufrido caídas. Incluso en Wall Street se cotizaba a la baja al cierre de los mercados europeos.
Las dudas sobre el final de las subidas de tipos de interés siguen sin resolverse, especialmente en Estados Unidos. A pesar de ello, el crecimiento del empleo en este país demuestra la fortaleza del mercado laboral. Sin embargo, el comienzo de la temporada de presentación de resultados ha pasado a un segundo plano debido a la aversión al riesgo que se vive en los mercados.
Se espera un repunte de los beneficios para 2024, aunque algunos analistas no están de acuerdo y creen que el crecimiento económico se ralentizará. En conclusión, la incertidumbre en los mercados se mantiene debido a la tensión geopolítica que se vive actualmente.
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