Investigadores de la Jefferson Health en Filadelfia han realizado un descubrimiento prometedor en el tratamiento de los pacientes con Covid-19 prolongado que aún no han recuperado su sentido del olfato. Según el estudio realizado por estos expertos, el uso de una aguja espinal en la base del cuello para inyectar en el ganglio estrellado puede ser una solución efectiva.
En el estudio participaron 54 pacientes que habían experimentado parosmia post-Covid resistente a las terapias convencionales durante al menos seis meses. Después de una semana de seguimiento, casi el 59% de los pacientes informaron una mejora significativa en sus síntomas.
La parosmia es una condición que afecta negativamente al sentido del olfato y hasta el 60% de los pacientes con Covid-19 la han experimentado. Algunos pacientes con Covid prolongado continúan sufriendo de esta condición durante meses o incluso años después de la infección.
El bloqueo del ganglio estrellado, a través de un procedimiento mínimamente invasivo guiado por imágenes, se mostró como una posible solución para estos pacientes. Lo mejor de todo es que este procedimiento no requiere sedación ni analgesia intravenosa y tiene una duración inferior a los 10 minutos.
En el ensayo clínico, se siguió a 37 pacientes y se observó que un 59% de ellos experimentaron una mejora significativa en sus síntomas una semana después de la inyección. Después de tres meses, los síntomas se mejoraron en promedio un 49% entre los pacientes.
Además, los investigadores también notaron una mejora cercana al cien por cien en la detección de olores falsos (fantosmia) en algunos pacientes durante el ensayo clínico. Es importante destacar que no se reportaron complicaciones ni efectos adversos.
Estos hallazgos sugieren que el bloqueo del ganglio estrellado es una opción efectiva para restaurar el sentido del olfato en pacientes que han resistido a otras terapias para tratar la parosmia post-Covid. Los resultados de este estudio serán presentados en la reunión anual de la Sociedad Radiológica Norteamericana.
Es un descubrimiento muy prometedor que ofrece esperanza a los pacientes que aún luchan contra los síntomas prolongados del Covid-19. Este tratamiento podría marcar la diferencia en la calidad de vida de muchas personas que han perdido su sentido del olfato debido a la enfermedad.
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