El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha buscado evitar una guerra a gran escala en Oriente Próximo al pedir una respuesta diplomática urgente en una reunión virtual con los miembros del G-7 desde la Casa Blanca. En el encuentro, Biden comunicó al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, que Estados Unidos no participará en una contraofensiva contra Irán, condenando el reciente ataque de este país contra Israel.
El mandatario estadounidense elogió la capacidad militar de Israel tras interceptar misiles y drones de Irán, pero expresó su confianza en que el mensaje del G-7 pueda apaciguar la región y evitar una escalada del conflicto. Por su parte, Netanyahu se comprometió a actuar con moderación y evitar una escalada del conflicto.
Ante la tensa situación en la región, el secretario general de la ONU ha pedido evitar una guerra regional y el consejo de seguridad de la ONU se reunirá de urgencia para tratar la situación. Teherán, por su parte, se ha justificado en el artículo 51 de la carta de la ONU para su ataque sobre Israel, alegando razones de autodefensa.
En este contexto de tensiones crecientes, la comunidad internacional, representada por el G-7 y la ONU, busca una solución diplomática para evitar una escalada militar en Oriente Próximo. Se espera que las negociaciones y el diálogo continúen en las próximas semanas para lograr la paz y la estabilidad en la región.