El mes de julio, según el Servicio de Cambio Climático de Copernicus, ha batido récords como el mes más caluroso registrado en la historia del planeta. Estas temperaturas extremas tienen consecuencias nefastas tanto para las personas como para el medio ambiente, ya que los eventos climáticos extremos se vuelven cada vez más frecuentes e intensos.
Las anomalías climáticas se han observado en los océanos, el hielo marino y las variables hidrogeológicas. Las temperaturas globales del aire y de la superficie del océano han alcanzado nuevos récords históricos en julio. En comparación con el promedio de 1850-1900, el mes de julio ha sido 1,5 °C más cálido, casi llegando a una de las cifras simbólicas del Acuerdo de París.
Estos récords resaltan la urgencia de reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Es fundamental tomar medidas para frenar el calentamiento global y evitar sus efectos devastadores.
En cuanto a los océanos, la temperatura global de su superficie también ha alcanzado récords en julio, registrando un aumento inusual desde abril. En el Atlántico Norte, la temperatura ha estado 1,05 °C por encima del promedio, y se han registrado temperaturas altas en el Atlántico noroccidental, el mar de Labrador y la cuenca del Caribe.
El aumento de la temperatura media está relacionado con el fenómeno de El Niño en el Océano Pacífico ecuatorial. Asimismo, la extensión del hielo marino antártico ha disminuido, alcanzando un nuevo récord para el polo sur en julio. La capa de hielo marino alrededor de la Antártida ha estado por debajo del promedio, lo que ha llevado a temperaturas más cálidas en la superficie. Por su parte, la extensión del hielo marino del Ártico ha estado ligeramente por debajo del promedio en julio.
Las variables hidrogeológicas también muestran cambios significativos. Julio fue más húmedo en el norte de Europa y más seco en toda la cuenca del Mediterráneo. Un ambiente más seco aumenta el riesgo de incendios, como los ocurridos en Grecia y el norte de África en julio.
Estos eventos extremos son cada vez más frecuentes e intensos debido al calentamiento global. Es esencial tomar medidas para combatir el cambio climático y proteger nuestro planeta. A través de la reducción de emisiones y la implementación de energías renovables, podemos trabajar juntos para preservar nuestro mundo para las generaciones futuras.