Geert Wilders ve cómo se enfriaban sus posibilidades de formar gobierno y convertirse en el sucesor de Mark Rutte. El líder del partido de Wilders, Dilan Yesilgöz, ha asegurado que su partido no quiere formar parte de un gobierno de coalición, pero está dispuesto a apoyar un gabinete de centro derecha. Sin embargo, el partido de Wilders ha pasado de ser el más votado a la tercera fuerza política, con 24 representantes. Esta situación dificulta las negociaciones para alcanzar la mayoría absoluta de 76 escaños.
Wilders reclamó el puesto de primer ministro y expresó su prioridad de restringir el asilo y la inmigración, además de la posibilidad de convocar un referéndum sobre la salida de Holanda de la Unión Europea. Durante la campaña, sus posiciones contra la inmigración y el Islam fueron moderadas, lo que permitió que los electores perdieran el miedo a votar por él.
El partido centrista de Pieter Omtzigt no ha aclarado su posición sobre un posible pacto con Wilders. Las negociaciones para formar gobierno comenzarán oficialmente el próximo lunes. Existen dos posibles coaliciones: una presidida por Wilders con los liberales y el partido de Omtzigt, y otra sin Wilders que incluiría a los socialistas y verdes, los liberales, el partido de Omtzigt y los demócratas 66.
Las instituciones europeas prefieren la segunda opción, que podría estar comandada por Frans Timmermans y continuar con las políticas europeístas y de lucha contra el cambio climático. Las próximas semanas serán determinantes para definir la dirección del gobierno holandés y su postura frente a los desafíos actuales. For more news in Spanish, visit tusportmundo.com.